-Buenas Doctor.
-¡Ahhh, paciente 3247! Pase por
favor. Tome asiento, relajase.
-Me llamo Nathan.
-Lo sé paciente 3247, lo dice en
su informe. Yo lo sé todo sobre mis pacientes. Pero siéntese, por favor.
-Si no queda más remedio…
-Tómese una pastilla de cannabis
sativa indica. Le sentará bien. Sus compañeros se las llevan como si fueran
dulces horneados con forma de toroide.
-Rosquillas
-¿Perdón?
-Se dice rosquillas.
-¿El qué?
-Nada, da igual…
-Vamos vamos, el bioescaner me
indica que sus niveles de dopamina y serotonina están muy bajos. ¿A qué se
debe?
-No sé qué de que me habla…
-Le han derivado a mi consulta
con un diagnostico severo de depresión.
-Ahh, eso… no es nada.
-Jajaja, eso lo decidiré yo,
3247. Yo soy el psicólogo, no lo olvidemos. Cuénteme, ¿Cuál es la causa de esa
bajada brusca de neurotransmisores?
-Una tontería, la semana pasada
rompí con mi chica.
-Ummm… sabe usted que muchos de
sus congéneres terminalizan su vida, por eventos como este.
-Se suicidan, quiere decir…
-Sin duda usted conocerá mejor el
término, pero no evadamos la gravedad de la situación. Por lo pronto voy a
recomendar que lo trasladen a la granja solar, un buen baño de fotones seguro
le estimula el sistema endocrino difuso.
-¿La granja solar?
-Sabemos de la brillante labor
que lleva a cabo en los sistemas de eliminación y reciclaje de residuos, pero
debe pensar en su salud y recuperación.
-Sí, claro claro… Gracias Doctor.
-No hay por qué darlas, la
corporación no escatima en recursos para que sus obreros trabajen felices.
-Ya claro… Si eso es todo…
-Un momento 3247, a los sujetos
con un perfil bioquímico como el suyo a raíz de una disrupción emocional
traumática, les recomendamos con vehemencia la terapia génica. ¿Ha valorado
usted la asexuación?
-¿Cómo?
-Una eliminación total de los
caracteres masculinos, así como de las glándulas secretoras de los andrógenos
que despiertan el apetito sexual suele resolver de forma definitiva esta clase
de problemas.
-No, gracias.
-Vamos sujeto 3247, no se sienta
tan apegado a su émbolo reproductor. La unificación de los conductos de
deposición y micción en su orificio posterior conlleva muchas ventajas.
-¿Está de broma, Doctor?
-Pregúntele a otros de su
especie, el tránsito intestinal se vuelve mucho más fluido.
-No me interesa.
-Entiendo que los sujetos machos
se sientan apegados a sus gónadas, pero le aseguro que nuestros bioescultores
tienen una gran variedad de ornamentos frontales con los que puede sustituir su
pene… y en varias dimensiones… si sabe a lo que me refiero, ¡eh! Jejeje.
-Déjeme pensármelo…
-Por supuesto… pero que veo, el
bioescaner me indica que sus niveles de oxitocina, serotonina y dopamina están
incrementándose. ¡La terapia está funcionando! ¡Su felicidad me hace muy feliz
paciente 3247!
-Si usted es feliz, yo soy el
doble de feliz, doctor.
-Obreros felices sujeto 3247,
recuerde, queremos obreros felices. Preséntese inmediatamente en la granja
solar. Y descuide, control de plagas, iniciará una investigación y reubicará o
erradicará a la hembra causante de su sufrimiento a la mayor brevedad posible.
-Er… Hasta la vista, Doctor.
-¿Cómo te ha ido cielo?
-Genial, nena. El emulador
bioquímico lo ha bordado. Esa escoria pensaba que estaba deprimido.
-¿No ha notado nada?
-Casi me cago en los pantalones,
el sensor indicaba niveles brutales de adrenalina y noradrenalina. Pensé que me
iba a pillar. Pero el sistema enmascarador los tenía completamente bloqueados.
-¡Genial! ¿Sabes lo que eso
significa?
-El muy imbécil ni ha notado que
lo tenía encañonado durante toda la consulta. Hay que decírselo a la hermandad.
-¿A la hermandad? ¡Y a la
resistencia! ¡A los de Terra Prime! ¡A la confederación! ¡A los sindicatos! ¡A
todo el mundo, a todos los que quieran luchar!
-¿Te das cuenta de lo que
significa? No más esconderse en el subsuelo, nada de que nuestros sentimientos
nos traicionen. ¡Volvemos a ser libres! Vamos a preparar nuestra revolución
bajo sus narices y cuando llegue la noche de los cuchillos largos, no sabrán lo
que les pasó.
-El único problema serán los
colaboracionistas, ya sabes…
-Ya… volvemos a los viejos
tiempos, donde nuestro peor enemigo éramos nosotros mismos… en fin.
-En fin…
-Por cierto, puede que los de
control de plagas te hagan una visita, cielo…
Kwentaro. Dieciocho de septiembre del dos mil quince
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